Lo que muchas veces no vemos

Decía Martin Luther King Jr: "Nuestras vidas comienzan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan". Y nuestra vida depende precisamente de no callar. Hemos publicado mucho sobre lo lindo que tiene nuestra ciudad, pero no podemos marginar más a los que ya están marginados. Hoy hemos querido dedicar este post a esos seres humanos que luchan para vivir y viven para luchar. Esas personas que al llegar a casa, muchas veces solo a descansar, sufren al igual que otros tantos, lloran en silencio, pero miran con optimismo al día siguiente, sabiendo que no sera fácil, pero tampoco imposible. Hoy hablaremos del Ventanas profundo.

Texto: Conociendo Ventanas

Un radiante Sol brilla a toda intensidad sobre Ventanas. Una calor insoportable para los que no pueden estar en una oficina, su trabajo está en las calles. Ahí donde como dicen "se suda de verdad". Hay una gran diferencia entre tanta gente.

En toda ciudad pasa lo mismo; la ventaja de la nuestra es que aquí no se golpea a los informales. El dolor es más humano que físico. Toda ciudad tiene barrios periféricos y asentamientos irregulares. En toda ciudad hay diferencias entre las personas. En todo lugar existen problemas. Lo sabemos, pero muchas veces no lo vemos. Y no porque no podamos. Hay ocasiones en que nos concentramos tanto en lo bonito, tanto, que no nos fijamos en lo que aun esta mal.

El Ventanas profundo es donde mora la gente que aun sueña con prosperar, cambiar rumbos, alcanzar metas y llegar a donde tanto anhelan. Pero esas mismas personas son las que no poseen los recursos necesarios para desarrollarse en un mundo tan injusto.

Si usted se adentra a los barrios periféricos del cantón podrá notar que el atraso todavía existe. Lugares donde las viviendas están sobre el agua. Casas de madera en muy mal estado y personas que comentan del olvido que han vivido por parte de autoridades e incluso de familiares.

Cuando llegan turistas, lo primero que hacen es visitar los lugares de distracción; conocen la zona céntrica y el casco comercial de la ciudad. Nosotros también hemos hecho lo mismo en alguna ocasión. Pero todos sabemos que Ventanas no es solo el Parque y sus alrededores. Ventanas también son los barrios apartados, aquellos que están en la memoria de los que allí viven, porque reconocen muy bien a donde tienen que llegar. Ventanas son los seres humanos que sonríen mientras laboran para vender y llevar a casa algo con que pasar el día siguiente. Si, aquellos que sonríen mientras por dentro tienen tantas historias que muchas veces hacen rodar lágrimas por sus mejillas.

Cuando el día cae, la ciudad al parecer se paraliza y cerca de la media noche parece ser que todos estuviéramos en las mismas condiciones. La ciudad guarda silencio desde norte a sur y desde este a oeste. Silencio que muchas veces se ve interrumpido por el ladrido de un perro o a cerca de las cuatro de la mañana por el sonido de los primeros vehículos. Detalles que nos enseñan quizá de que Ventanas no calla en realidad. Tomémonos un tiempo para romper el silencio y para palpar la realidad; una realidad que muchas veces no vemos.