Comercio · 10. junio 2015
Una carretera angosta pero en muy buen estado nos ayuda a poder disfrutar libremente de los paisajes del campo. Miramos y a lo lejos se encuentra una vivienda. Alrededor hay arboles. La tierra es fértil y los agricultores se dedican a su labor. Miramos el reloj y la hora no nos importa. Contemplamos lugares únicos, lugares que no todos pueden visitar. No hay monumentos para las fotos. No hay esculturas, solo un hermoso paisaje pintado de diversos colores que brillan gracias a la luz de un...